La
agencia fotográfica más importante del mundo, Magnum Photos, vuelve a
deleitarnos con fotografías de grandes genios de la imagen.
Fundación Canal de Isabel II acoge en sus salas a grandes fotógrafos como Robert Capa,
Inge Morath o Henri Cartier-Bresson. Más de 80 imágenes que recogen la vida de
diferentes puntos del mundo durante el siglo XX.
En
la primera sala hay una pared dedicada a El Rostro del Tiempo donde los fotógrafos
seleccionaron una fotografía de cada una
de sus series para presentar la exposición.
Inge Morath con diez fotografías ubicadas principalmente en la calle donde retrataba a mujeres y hombres de clase media alta.
Robert Capa nos deleita esta vez con solo tres fotografías que recogen las fiestas en el País Vasco en los años 50.
Acompañando
a estas paredes se encuentra Werner Bichof
con otras siete fotografías cuadradas que retratan las circunstancias más
extremas de sus viajes en este caso por Asia.
“ADEMÁS
DE LAS REVISTAS HAY OTRAS FORMAS DE CONOCER NUESTRAS FOTOGRAFIAS.POR EJEMPLO
LAS EXPOSICIONES” Henri Cartier-Bresson.
Precisamente el autor de esta frase cuenta con dieciocho fotografías que retratan la vida de Gandhi antes de su asesinato, la noticia de este y las lágrimas del pueblo en su cremación. A parte del maravilloso blanco y negro de Cartier-Bresson, podemos observar a través de su objetivo como buscaba cualquier rincón para hacer la fotografía que quería. En El pueblo esperando el cortejo fúnebre de Gandhi o en El pueblo en las vías del tren intentando rendir un último homenaje a las cenizas de Gandhi, el fotógrafo se sube en el primer caso a un árbol o un edificio ya que la altura del objetivo es la misma que la de unas personas subidas a un árbol. En el caso del tren pasa lo mismo, Cartier Bresson se sube al propio tren para buscar el sentimiento del pueblo, sus rostros y manos alzadas que reflejan la lucha por dar ese último adiós, en otro lugar que no fuese el tren no hubiese conseguido transmitir esto.
Precisamente el autor de esta frase cuenta con dieciocho fotografías que retratan la vida de Gandhi antes de su asesinato, la noticia de este y las lágrimas del pueblo en su cremación. A parte del maravilloso blanco y negro de Cartier-Bresson, podemos observar a través de su objetivo como buscaba cualquier rincón para hacer la fotografía que quería. En El pueblo esperando el cortejo fúnebre de Gandhi o en El pueblo en las vías del tren intentando rendir un último homenaje a las cenizas de Gandhi, el fotógrafo se sube en el primer caso a un árbol o un edificio ya que la altura del objetivo es la misma que la de unas personas subidas a un árbol. En el caso del tren pasa lo mismo, Cartier Bresson se sube al propio tren para buscar el sentimiento del pueblo, sus rostros y manos alzadas que reflejan la lucha por dar ese último adiós, en otro lugar que no fuese el tren no hubiese conseguido transmitir esto.
Siguiendo
en la exposición pasamos a Jean Marquis
un fotógrafo que se centro en la imagen de Hungría y sus gentes y paisajes.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiohgQnUPUiF6AjqOW_31F_6P4eq_SSBt7a3s_awh3JQpJmiZgCfFzWe0gT6k_4ypjeYzlBjAZtgRYVrzk_F9bP1BQQLULabpLi-LfOR6yGc2LQJg52JMOiArPWI2PFGx4lJP1GsNMhEg72/s200/12.jpg)
Marc Riboud lo hizo en las personas de la calle, gente obrera y de clase baja que la cámara los miraba de tu a tu lo que no da una sensación de inferioridad sino que el artista buscaría darla de igualdad.
Erich Lessing refleja perfectamente la infancia en sus diez fotografías realizadas después de la Segunda Guerra Mundial. Los niños ajenos a lo que había ocurrido daban a Lessing el contraste de la vida en aquel momento.
Y
para terminar la exposición nos encontramos a Ernest Hass que realiza en 1954 un reportaje del rodaje de la
superproducción Tierra de Faraones. Capa rechazó el encargo del director de la película
y Hass se hizo con el mando de la cámara para dejar la esencia del antiguo
Egipto reflejada en una imagen fotográfica.